PUNTO
DE INFLEXIÓN
DENTRO
DEL SISTEMA CAPITALISTA NO EXISTE ALTERNATIVA
El
modo de producción de mercancías ha entrado en una fase malsana en
la que su pervivencia solo es posible a condición de generar una
mayor dosis de dolor y miseria generalizada toda vez que, el
predominio del capital financiero sobre la economía productiva,
espolea su necesidad intrínseca de absorber dinero, todo el dinero
posible, detrayéndolo de todos los rincones imaginables, siendo esta
una de las razones del empobrecimiento social generalizado.
No
es posible mejoras para la ciudadanía porque la voracidad del
capitalismo solo es posible disparando y exacerbando todas las
contradicciones sociales inherente a la existencia que acompañan a
toda sociedad, y en este proceso la concentración y acumulación de
riqueza está llegando a límites insoportables; en veinte años la
concentración y acumulación de la riqueza pasó, según el
parámetro de comparar la cantidad de dinero de la mitad más
pobre
de la población mundial con el conjunto de las personas más ricas,
a una escalofriante evidencia; hace veinte años, el numero de ricos
necesarios para igualar la ecuación eran 225 multimillonarios.
Veinte años después, hoy, ese conjunto de multimillonarios se ha
reducido drásticamente porque la concentración de la riqueza se
contabiliza en solo 80 personas, la tendencia del proceso es
progesiva.
Según
esta lógica, la necesidad de concentrar dinero por parte de la élite
que maneja las finanzas es una necesidad vital, para el sistema, que
choca contra la necesidad vital de la sociedad, por eso, esto es una
razón objetiva que nos indica la imposibilidad de remontar la
situación sin enfrentarse abiertamente al sistema, y dicho
enfrentamiento solo es posible contraponiendo y reivindicando al
conjunto de la ciudadanía, fuente de poder y legitimidad frente al
poder omnímodo pero malsano y espurio del capitalismo, de los
mercados, de los 80 dueños del mundo y su entorno de
administradores y capataces.
LA
INTERNACIONAL DE LAS FINANZAS
A
veces la televisión, en este caso, la cadena pública, muestra y
demuestra que en su seno hay vida inteligente, y profesionales
capaces de programar temas altamente subversivos como el programa
pasado el sábado el 25 de julio – la noche temática –, último
del presente mes, dedicado a exponer los entresijos del mundo de las
finanzas. Dejo el enlace,
y recomiendo verlo, pero sobre todo, meditar y reflexionar sobre el
mismo, porque el manejo computerizado de las finanzas es la ocasión
para presentar el mundo del dinero como algo desconectado
de la política, es decir, una función objetiva del mundo de los
negocios, que tuviera vida propia, sin relación con el interés de
clase, político, de poder, de dominio, como algo objetivo,
cuando todo está hecho para asegurar el dominio de la burguesía
monopolista sobre el conjunto del mundo, del que se extrae y
concentra la riqueza.
Primero
de todo es la lucha por eliminar el factor incertidumbre de la
relación mercantil, razón por la cual, la, digamos, etapa romántica
de la transacción comercial ha quedado como un recuerdo del pasado,
jugando sobre seguro y tratando de eliminar, en lo posible las
ventajas entre los competidores, y así, nos enteramos que la sede de
la bolsa de París, está en Londres, lo que en cierto modo nos da
una idea acerca del patriotismo de la burguesía monopolista
francesa, que se lleva la sede nacional al otro lado del canal, cosa
que criticaré solo por el hecho que demuestra el uso torticero,
interesado, del nacionalismo burgués, el cual se agita para
enardecer a la masa y ocultar como los agitadores burgueses ocultan
sus intereses, que equivale a decir que el nacionalismo es malo si me
perjudica y bueno si me beneficia.
Luego
están las transacciones financieras realizadas por un innumerable
conjunto de máquinas que trabajan en fracciones de segundo
realizando operaciones sin control directo de un supervisor humano –
en Wall Street, 2/3 partes de las transacciones las hacen las
computadoras –, lo que es una demostración objetiva que el
sistema, el capitalismo, el modo de producción de mercancías,
especializado en producir armas de destrucción masiva y dinero vacío
– la enorme cantidad de transacciones financieras realizadas
implican un enorme volumen de interés, que la economía real no
podrá nunca igualar en tanto que producir objetos de uso real, nunca
podrá realizarse en milisegundo, supeditando, por tanto, el conjunto
humano al interés de una minoría – viniendo a demostrar que
el empobrecimiento es una consecuencia buscada, para realizar
una función política, dominar a la ciudadanía, dominar a la
humanidad para poder sobrevivir – la burguesía monopolista –,
como clase periclitada por la historia.
En
tercer lugar están las instituciones de control del mundo de las
finanzas, con la Securities Exchange Commission de EEUU a la cabeza
cuya función no es otra que bendecir las acciones mercantiles,
haciendo uso de una terminología ambigua para dejar hacer a las
fuerzas del mercado, lo que le de la gana, y eso, en la nación con
más medios.
En
cuarto lugar están los fundamentalistas de las finanzas, los
matemáticos, los profesionales que inventan algoritmos, que de modo
análogo al yihadista John, quieren desligar su función de
sabandijas chupa sangre, aparentando ser pulcros profesionales.
Y
por último, como semejante conglomerado de procesos ocultan una
imposible persecución de fraudes y trampas difíciles de perseguir,
sobre todo, porque evidenciar el entramado espantaría al inadvertido
pequeño inversionista, sin cuya participación, la bolsa aparecería
como una cueva de bandidos.
Todo
ello viene a demostrar la imposibilidad de poder encontrar acomodo
dentro del sistema, para la ciudadanía, o dicho de otro modo,
cualquier político que no plantee abiertamente la ruptura no estará
haciendo más que eludir una realidad que terminará por alcanzarle,
por eso, la decisión de Tsipras de aceptar someterse al dictado de
la UE, manipulada por el gobierno de Merkel ha decepcionado, sin
arreglar nada, ya que desde diversas atalayas se coincidía y
coincide en que el nuevo rescate pueda solucionar el problema de
Grecia, y Tsipras y Syriza estaban curtidos por una larga lucha,
mientras que Podemos no termina de definirse.
La
bolsa es la
internacional de la burguesía monopolista,
donde se lleva, día a día el expolio de la clase trabajadora, y del
conjunto de la ciudadanía; en ella se llevan a cabo acuerdos y
alianzas para perpetuar el dominio de una minoría sobre el conjunto
de la sociedad, de la humanidad, pues el sistema considera todo el
mundo como campo de operaciones, y para él, todo es susceptible de
convertirse en mercancía, por eso, si se afirma que el capitalismo
es malo, se puede argüir que eso es pura ideología, pero existen
datos, y con datos, la cosa cambia.
LOS
DATOS
Los
datos son la evidencia incontestable que confirman y refuerzan la
definición del modo de producción de mercancías como un medio de
producir riqueza basado en la dilapidación de recursos y medios y
sobre todo, en palabras de Marx, un espantoso derroche de trabajo
humano, y añado, aún hoy, cuando la gran industria ha
automatizado y robotizado la producción, el derroche de trabajo
humano es especialmente repugnante en cuanto que manifiesta el
desprecio por la vida, que el sistema demuestra en cada instante, en
todo instante, por eso, ocultar datos, ocultar los datos que
relacionan la producción de riqueza y su distribución es el
palpable y demostrable argumento que hace la traición evidente. Sin
la colaboración de las viejas direcciones obreras, políticas y
sindicales que tuvieron lugar en los albores del siglo xx, cuando la
socialdemocracia voto los créditos de guerra, y sin la política
acomodaticia del estalinismo, hubiese sido imposible semejante
acumulación de riqueza, hubiese sido imposible ocultar la riqueza en
los santuarios financieros, hubiese sido imposible la increíble
velocidad que el proceso de acumulación de riqueza ha condensado,
pasando, en a penas veinte años, de 225 personas a 80 personas en la
actualidad, que tienen más riqueza que la mitad de la humanidad, esa
es la mancha que tienen que lavar los sindicatos de clase si quieren
tener el respeto y la confianza de la clase obrera, de la ciudadanía,
y eso significa potenciar la función reivindicativa, la función
protectora de y para con la clase obrera.
Los
datos son importantes porque sin ellos, la acusación no se puede
probar, pero con ellos, se evidencia el robo, el latrocinio, el
expolio de toda la humanidad a manos de la fuerza, del terror; con
ellos se desmonta la falacia del imperio de la ley
sobre la fuerza, porque esta aparece crudamente como el poder de la
fuerza desnuda, y todo el entramado legal se convierte en un
encubrimiento de la fuerza sobre la justicia, los líderes de la
clase obrera, de la ciudadanía, se convierten en colaboradores del
sistema, y los intelectuales se demuestran vendidos, porque teniendo
los instrumentos del conocimiento, callaron, incapaces de alumbrar a
los luchadores.
Los
datos, para mayor vergüenza, ni siquiera lo han elaborado
organizaciones obreras, organizaciones de clase, los datos los ha
elaborado una organización privada – es evidente que me refiero a
los datos elaborados por oxfan –, escandalizada por el
empobrecimiento generalizado, y sin embargo, no se explicitan ni en
debates, ni en prensa, ni siquiera la izquierda los refiere
demostrando con ello que la burguesía monopolista utiliza el mundo
como si este fuera su hacienda privada, su cortijo, su rancho, su
propiedad, cuando su propiedad es la que nos han robado a todos.
PONER
EN VALOR AL PUEBLO COMO FUENTE DE PODER
Las
próximas elecciones puede volver a reproducir las expectativas de un
nuevo enfrentamiento griego, de
otro pueblo del sur de Europa contra la trinidad de los
mercados, Merkel, Obama, y es necesario recapitular sobre la
imposibilidad de alcanzar metas capaces de significar logros
sustantivos para la ciudadanía, sin un enfoque internacional de las
metas que se pretenden, porque lograr una reforma fiscal para
embridar las finanzas evitando la fuga de capitales, es imposible sin
un acuerdo, cuando menos inmediato, en Europa – pero de ámbito
internacional –, que comprometa a los partidos de izquierdas a
imponer esa reforma fiscal, que, como mínimo se debería discutir en
torno a la erradicación de los paraísos fiscales, el control del
sistema financiero y del sistema monetario, pues de otro modo, todo
sería vano, y esto debería comenzar explicando la falacia de las
políticas nacionales.
No
existen políticas nacionales. Es algo que deberían saber los
preparadísimos dirigentes de Podemos, y no solo ellos, por lo tanto,
como necesidad para sostener tal lucha, explicar que no es posible
encontrar salidas, con una visión, exclusivamente nacional; hacer
pedagogía desvelando la trampa que consiste en envolverse en la
bandera, en el nacionalismo miope, cuado la realidad nos ata con mil
lazos sutiles a la situación internacional, empezando por los más
allegados vecinos. La trampa es que existen Estados nacionales y
gobiernos que aparentan serlo, pero la realidad es que esta ficción
de políticas nacionales queda al descubierto si se ve, si se analiza
el funcionamiento en el conjunto internacional, porque la realidad es
que la coordinación la hace el sistema a través de las relaciones
económicas, financieras, comerciales y productivas, que tienen
apariencia de ser independientes de las políticas estatales, cuando
estas están articuladas y subordinadas a las que aparentan ser
independientes y objetivas. La misma situación de Grecia ha
demostrado como el sistema ha pasado por encima de la voluntad del
pueblo, no obstante el reconocimiento, de que no habrá solución,
pero como lo que importa no es la solución, sino la lucha de clases,
imponer la fuerza del mercado sobre la voluntad del pueblo tiene la
ventaja de demostrar el fracaso Tsipras–Syriza y prevenir nuevas
insubordinaciones, porque el sistema está fuera de control.
No
existen políticas nacionales en un mundo globalizado por el capital
internacional, por un mundo que está interconectado por un proceso
mundial de relaciones de todo tipo, porque es el espíritu común, de
los seres humanos, comunicarse, pero en la medida que la burguesía,
como clase dominante, tiene el control del proceso, es imposible
oponerse a la internacionalización porque ella es parte constitutiva
del acervo común y lo que hay que hacer es disputarle a la burguesía
monopolista, la dirección del proceso, y seguro que si se hace con
el ánimo constructivo de lograr una comunicación humana, sincera y
veraz, perderán la dirección porque ahora la comunicación esta
recorrida y corroída por la mezquindad del interés y por la
propalación de la mentira.
Iniciar
este proceso es el comienzo de poner en valor a la ciudadanía como
fuente de poder y legitimidad, siendo este concepto al que hay que
apelar para poder enfrentarse al poder de los mercados,
esos 80 multimillonarios que acumulan tanto dinero como la mitad de
la humanidad.
El
sistema se deshace ante nuestra vista pero su final, por si solo no
garantiza que del huevo podrido, del capullo agusanado salga la
mariposa de un nuevo amanecer, pues para que esto suceda hay que
ayudar a la sociedad a tomar consciencia de su propio poder, y
entonces sí, entonces será posible un mundo nuevo porque el punto
de inflexión del capitalismo coincidirá con la toma de consciencia
de la sociedad, abriendo todas las posibilidades inherentes a las
capacidades humanas.
jmrmesas
veintisiete
de julio de dos mil quince
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