martes, 24 de abril de 2012
EL GOBIERNO MUNDIAL
jueves, 19 de abril de 2012
"QUIEREN MATAR EUROPA"
Que Repsol haya sido expropiado de la parte de sus negocios argentinos, no significa, ni por asomo, que la expropiación vaya a beneficiar a los argentinos pobres, pues el empobrecimiento y esquilmación de las empresas argentinas a manos de los argentinos Menen, Cavallo, de la Rúa, y otro, -estos son los que acuden a mi memoria-, empobreció a los argentinos pobres y enriqueció a los argentinos ricos, Menen, Cavallo, de la Rúa, Kirchner,
y sin embargo, tras la debacle argentina, los argentino volvieron a entregarle los controles nacionales a los mismos que les empobrecieron, no obstante, la expropiación de YPF, acercará más la posibilidad de que los argentinos expropiados terminen siendo dueños de sus propios recursos, por lo tanto, como pequeño paso para los argentinos, pero, minúsculo paso para todos nosotros, es … … microscópicamente, microscópico.
Esto puede parecer una humorada, que, sin embargo, tiene sus lecturas políticas internacionales, en clave del enfrentamiento dólar-euro, que es el que articula la marcha política actual, ¿Por qué?
La expropiación se ha llevado a cabo después de la cumbre de Cartagena, en Colombia, donde los cumbreros se divirtieron mucho, según cuentan los encargados de contar estas cosas, en lo que al parecer, se está convirtiendo en una costumbre, entre los participantes de tener que tomar decisiones que tanto nos incordian, pues no hace mucho, también nos refirieron que las reuniones de la FED estadounidense, el nivel de risas iba en consonancia con la gravedad de las decisiones tomadas, seguramente para distender las tensiones que debe de causar responsabilidad tan agria, el caso es que, la decisión de expropiar a una empresa española, lo veo como el nuevo enfoque desatado por la proximidad de las elecciones presidenciales estadounidenses, en la que Obama se juega la reelección y necesita un marco, un terreno de juego en el que ponerle las cosas difíciles a los socios europeos; en cualquier caso, la expropiación es una buena medida si se pretende defender los intereses generales de un colectivo nacional acosado, pero apostaría, que tras la expropiación de la presidenta argentina, se ocultan negocios, tan untuosos y obscuros como la materia expropiada, y probablemente, no pase mucho tiempo, sin que veamos el fondo del asunto.
En cualquier caso, y desde todos los puntos de vista, la porfía dólar-euro es la apuesta que Obama pretende liderar para determina su reelección, porque, de este modo dejaría claro que Estados Unidos seguiría liderando el nuevo siglo, y el no querría ser recordado como el primer presidente negro prisionero del programa que le llevó a la casa blanca, en cierto modo, enfrentado a la política imperialista, que ha desencadenado la crisis final del capitalismo, por eso, ahora que se juega su reelección tiene que demostrar que se ha curado de todas las enfermedades infantiles, que fue la que le aupó a la presidencia, puesto que ahora, ya no serán las masas de ciudadanos, sino los grupos de presión -lobbys- quienes tendrán lallave.
Entender la política siempre ha sido el resultado de comprender las necesidades de la clase dominante, y actualmente, la clase dominante, en todo el mundo es la burguesía estadounidense, pese a que su dominio molesta, incluso muy agriamente, a sus socios y aliados, y el pulso al euro es la maniobra necesaria para que el conglomerado de burgueses europeos entiendan que cualquier veleidad de unidad europea, con objeto de asegurar un espacio comercial propio es, peligroso para Estados Unidos, peligroso para las debilitadas burguesías europeas, y peligrosa para el resto del mundo, es una patada testicular, por tu propio bien, porque así aprendes, pero esa razón es la que hace decir a los Delors, los socialdemócratas que creían en una especie de identidad entre la socialdemocracia y los intereses nacionales, Quieren matar a Europa, porque están viendo que la unidad de un mercado, que ellos creían poder construir para, posteriormente, construir el estado, es imposible, y en ese grito va su impotencia, porque no se puede construir un espacio económico propio, sin construir un estado, pero lo chocante de la actual situación es que, ahora, en los espacios económicos ya construidos y con estados bien diferenciados, no hay independencia política, porque los mercadosdictan las normas, sin que los políticos, ni los economistas, ni los sociólogos se den por enterados, porque no pueden explicar que la independencia nacional, es pura ficción apta para un consumo y adoctrinamiento interno, cada vez más cuestionado, cada vez más descreído.
Entender la política hoy es comprender que la política está resumida y compendiada en la economía, y para que esta quede fuera del foco de la sociedad, es decir, para que la política se reduzca a la mínima expresión popular, tiene que ser revestida con la apariencia de ser una ciencia, solo comprendida por los científicos expertos en dicha materia, pero esto no es más que una pretensión carente de sentido porque la economía no está dirigida por los científicos economistas sino por los poseedores de los medios de producción, los mercados, los cuales tomas las decisiones que les benefician y que los gobiernos traducen en leyes y normas de obligado cumplimiento para los ciudadanos, ¿Cómo puede ser una ciencia una materia que depende de una relación de las fuerzas sociales?, ¿Acaso las ciencias dependen del observador?, ya se que en la física de las partículas subatómicas, el observador modifica el objeto observado, pero esa es una excepción, solo aplicable al ámbito de la física cuántica, pero en rigor, las leyes de la naturaleza son independientes del observador, y sus consecuencias son experimentales y esperimentables, por lo tanto, presumir que la economía es una ciencia no tiene más base que la que le otorga el poder, puesto que la producción ha estado determinada desde el comienzo de la civilización, por una élite que ha decidido qué se producía, con qué fin, y para qué, y a lo largo de todo este proceso histórico, las necesidades de la sociedad fueron marginales, porque se producía para el dios, el poderoso, el soberano, que era quien determinaba la producción, y esta cadena de mando ha ido pasando de una élite a la siguiente, pero en la medida que las fuerzas productivas crecían, la sociedad ha ido adquiriendo importancia y un estatus cada vez más determinante, y ahora la economía ha de ponerse al servicio de la sociedad y eso significa romper esa cadena mando heredada, en la que la élite decide por todos, porque si continuamos en esta dinámica el deterioro social está abocado al caos.
En este proceso los lazos que mantienen y dan coherencia a la sociedad, se han ido rompiendo imperceptiblemente desde el final de la SGM, porque los valores que la sustentaban se rompieron, y tras la contienda, atareados en la reconstrucción material, las consciencias maceradas por unos golpes, nunca antes vistos, lo fueron ocupando la justificación mezquina del éxito, del lucro, y ante esta falta de valores, ganó quienes fueron derrotados militarmente, porque una sociedad sin valores éticos, solidarios, compasivos, justos, quienes ganan son los que carecen de cualquier tipo de escrúpulos, capaces de justificar el beneficio personal, no importa a qué precio, por eso, el elevado número de suicidios de soldados que han participado en esa guerra de rapiña en las que se han convertido Irak, ahora Afganistán; por eso, estas guerras, en la que el enemigo ha perdido la condición de humano, para convertirse en una cosa maldita, se puede jugar con el cadáver, mutilarlo y vejarlo, cuando tradicionalmente, al enemigo muerto, se le respetaba, y si tuvo un comportamiento noble en la batalla, se le rendían honores, sin embargo, el éxito a cualquier precio, corrompe y deshumaniza hasta un límite que ya empieza a ser percibido como indecente.
Esta sociedad corrompida es la que está en crisis, y la economía no ha hecho otra cosa que sacarla a la luz, por eso el modo de producción de mercancías, el capitalismos está acabado porque ni quiere ni puede satisfacer las necesidades materiales, pero además, ni quiere ni puede satisfacer las necesidades espirituales de una sociedad enferma, por eso, los políticos no pueden explicar que es lo que ocurre más allá de reducirlo al facilón latiguillo de vivir por encima de las posibilidades, porque si la mayoría de las gentes que componen las sociedades industrializadas no participan en las elecciones y se sienten desmotivadas, es porque se sienten confundidas entre las creencias que sustentan sus vidas y que son el soporte de la sociedad, de esta sociedad que ha heredado patrones de comportamiento, creencias, actitudes que posibilitan la vida en la sociedad, y que la burguesía ha heredado sin aportar más creencia que la que bendice el lucro, y que se desmoronan una tras otra, sin que nadie las explique, porque los que podrían explicarlo temen destapar una situación tormentosa para la que no tienen respuesta que no sea el romper esquemas y buscar respuestas adecuadas para esa sociedad que ha crecido sin tener guías ni referencias, y esto quiere decir, sin más paliativos, que es el viejo dilema del debate filosófico sobre la concepción del ser humano, el hombre nuevo, y ese es el vacío que hay que llenar.
Por eso en Europa se concentra la batalla, porque, aunque aquí se dan las mismas o parecidas contradicciones de razas, lenguas, religión, culturas, ideas que en otros lugares, sin embargo, el recorrido histórico de la ciudadanía europea permite albergar la esperanza, no sin una lucha ideológica muy dura, que las condiciones son más favorables para construir esa unidad, y que aunque se respeten los tiempos de maduración, la construcción de una nueva unidad europea, esta ya no será la unidad para un mercado, sino la unidad para las personas, y en ese sentido, ser modelo para otros pueblos y continentes.
viernes, 13 de abril de 2012
HIPOTESIS DE ABRIL
miércoles, 11 de abril de 2012
LA DIMENSION INTERNACIONAL
El dólar expresaba el potencial industrial y financiero de la nación vencedora de la SGM, y este potencial se conservó hasta 1971, siendo por tanto equiparable, políticamente con el resto de monedas de la época, pero desde que Estados Unidos sacó al dólar del patrón oro, la función de la moneda dólar se convirtió en una relación que empezó a expresar una función política, una función de clase, en las que las diferentes burguesías reconocían una relación de dependencia que aseguraba la permanencia del modo de producción mercantil, del mercado, frente a una economía socializada, en la que veían una peligrosísima amenaza, por eso, la salida del dólar del patrón oro, fue aceptado a regañadientes por las diferentes burguesía, sobre todo, las burguesias productoras de petróleo que vieron depreciarse su fuente de riqueza, por eso, la desaparición de la URSS, desato las apetencias de las diferentes burguesías y la llegada del euro se convirtió en un medio de presión en la que las burguesías árabes, valoraron la posibilidad de contabilizar en euro su petróleo, y ante este desafió, no buscado por el conglomerado de la burguesía europea, fue contestado por Estados Unidos, movilizando los resortes económicos de las agencias de calificación para comprometer una moneda, artificial, porque el conglomerado burgués europeo, no se atrevía a construir una verdadera unidad europea que supusiera un estado, con un gobierno central y poderes sobre las naciones asociadas, porque temía obsesivamente a una ciudadanía altamente cualificada y preparada, en la que ve y teme su relevo como clase dirigente, como la clase que puede sustituir su función de clase dirigente, y esto es percibido por el conglomerado burgués europeo y estadounidense, como una autentica amenaza, a la que hay que desactivar mediante las políticas de recortes y de incrementar las deudas nacionales.
martes, 3 de abril de 2012
RAZONES PARA EL CAMBIO DE SISTEMA
LA ESPECIALIZACION
Dice es señor Dan Kervick,en la continuación de su articulo, Los ciudadanos estadounidenses poseen una empresa pública muy valiosa: un monopolio sobre la producción de la oferta de dinero nacional.
Esto es pura retórica vacía de contenido, porque si ya es difícil que los ciudadanos, estadounidenses o de cualquier otro país, dispongan de instrumentos para conocer, valorar y decidir sobre cualquier empresa pública, más allá de la participación electoral, muchísimo más complicado resulta que sin instrumentos de control, la ciudadanía pueda decidir sobre la producción de dinero nacional; esto no es verdad, en ningún lugar, ni lo ha sido, y tendremos que luchar, al precio de acabar con los centros de concentración de riqueza que escapan totalmente a su control, que dice en su primera parte, y que yo interpreto como santuarios financieros, por otro nombre, paraísos fiscales, si queremos que esta crisis económica, que ya empiezan a decir, que estamos saliendo de ella, tratando de insuflar esperanzas en una ciudadanía, harta de andar escasa de casi todo, engañándola, para que el sistema, el capitalismo, se mantenga diez o veinte años más, sin que, desde ningún lado, los poderosos se atrevan a modificar la maquinaria, porque cualquier retoque, que comporte alguna importancia, tendrá que hacerse transfiriendo poder a la sociedad, a las personas.
Mintiendo, desde que se inició la crisis, los gestores económicos sobre los que la ciudadanía no tiene ninguna posibilidad de controlar -Dragui, Monti, entre otros-, empiezan a decir que estamos saliendo, cuando anteriormente fueron los brotes verdes, y ya han pasado cinco o seis años, conteniendo, sujetando, todo lo posible, el desánimo y la indignación contenida, de los recortados ciudadanos.
Volviendo al tema de la TMM, lo que más me llama la atención de todos estos artículos sobre la dichosa teoría que aparentan un debate puramente académico sin ninguna conexión con la realidad de la lucha de clases, pues esta realidad, solo es tomada en cuenta en los periodos de hostilidad social, cuando la hostilidad no es más que la expresión para un nuevo marco tras la prueba de fuerzas, a la el sistema aboca a los que trata de someter, porque las organizaciones de la izquierda -partidos y sindicatos- carecen de la debida profundidad teórica para proponer los objetivos y metas capaces de motivar el esfuerzo social para girar la rueda del timón a favor del noventa y nueve por ciento de la escarnecida humanidad.
La primera razón es que el modo de producción de mercancías está agotado, porque en este largo proceso de más de quinientos años, la burguesía, al producir la mercancía ha aprendido ha utilizarla, no solo como medio de hacer negocio y enriquecerse, sino que la ha utilizado para conquistar influencia y poder.
En este proceso, la burguesía, aprendió que por medio de la mercancía se lograba un estatus influyente, no tanto por buscarlo específicamente como por los mecanismos y relaciones sociales, que de simple fabricante, se convirtió en factotum, no en vano heredó el poder, en una Europa muy articulada por la aristocracia, a la que sustituye, y termina por adueñarse de la dirección de la sociedad, imponiendo sus ideas, conceptos, e intereses, y si bien, en Europa, existió un largo periodo de coexistencia con la aristocracia, la realeza, con la que tiene que compartir el poder, en el nuevo mundo, todo eso es superfluo e innecesario, sobre todo en América del norte, un inmenso territorio vacío.
Este proceso, en la medida que pone en movimiento unas fuerzas productivas que no están sujetas a los ciclos naturales de las estaciones, ha acelerado todo los factores, y al acelerar los elementos económicos, ha terminado acelerando los procesos sociales y políticos, y aquel proceso de lograr influencia y poder por medio de la mercancía, ha terminado en un proceso de especialización de una mercancía, que por sí sola simboliza poder, el dinero.
El dinero, esa mercancía que resume y compendia a todas, que es fácil y cómoda de manipular, que aparenta apoliticidad, es el medio utilizado para lograr imponerse al poder político que nace de la sociedad.
¿Cómo?
La actual crisis económica viene determinada por una escasez de dinero, y su origen está el la quiebra del tristemente famoso Lehman Brother por falta de liquidez.
¿Donde fue a parar el dinero?
Porque fabricar sin dinero, supone abaratamiento, y salvo un cortísimo periodo, el abaratamiento no es tónica dominante, sino mas bien, lo contrario, la abundancia de dinero.
¿Donde está el dinero, que no está en los bancos?
Según el viejo y fiable Marx (la izquierda debe volver a recuperar a Marx, si quiere entender el funcionamiento del modo de producción mercantil y su previsible final -y digo recuperar a Marx y no el marxismo adulterado-), el dinero es el equivalente de la cantidad de mercancía producida, de la riqueza producida, por lo tanto, diferenciaré entre la riqueza consumada, cristalizada como instalaciones, infraestructuras, fábricas, edificaciones, etc., que tienen su equivalencia en dinero, y que, por el momento, no discutiré de su propiedad, y la riqueza cuantificable en dinero, cantidad de dinero, y en este sentido, como dinero, es importante hacer notar, que en tanto que dinero, es instrumento, vehículo de la circulación mercantil, que el estado garantiza, y por lo tanto, la sociedad tiene ciertos derechos sobre ese vehículo de la circulación mercantil, de igual modo que lo tiene sobre los vehículos de la circulación automotriz, a través del código de la circulación.
El estado, en tanto que único emisor de dinero, sabe que cantidad de dinero ha lanzado a la circulación, y puesto que es el único emisor de dinero, con potestad para perseguir la emisión de dinero no producido en el proceso establecido de emisión, destruyendo el dinero falsificado, por muy perfeccionado que este haya logrado alcanzar, conoce que cantidad hay.
Los bancos, son tenedores de un instrumentos de circulación, que no es de su exclusiva propiedad, y que por tanto, el estado, y a través de el estado, la sociedad, tienen ciertos derechos sobre la propiedad y el uso del dinero.
¿Que clase de derechos?
En primer lugar, es muy importante que la sociedad se aperciba, se convenza y se consciencie de que en tanto que creadores de riqueza, soporte financiero del estado y fuente de legitimidad, tiene el derecho de limitar la propiedad de instrumentos comunes, e impedir la enajenación de esos intrumentos, y, o, propiedades comunales que políticos venales, y la venalidad hay que entenderla en un amplio abanico de medios de gratificación personal, extensible al próximo futuro, tras el paso por los centros de poder, tienden a tomarse con la propiedad pública, pues la ausencia de cualquier tipo de propiedad convierte a los individuos en parias y a la ciudadanía, en forasteros en su propio país, y esta consideración de propiedad pública, comunal, debería de ser sumamente valorada y respetada, por lo tanto, (hecha abstracción, por obvio, del gravamen) el primer derecho es el de conocer cuanto y donde tiene cada banco depositado los instrumentos de circulación, así como, el derecho a limitar el tiempo que un banco puede tener inmovilizado el instrumento de circulación.
Como el dinero existe y circula, el problema reside en discutir sobre el secreto bancario en el que se escudan los banqueros para ocultar donde está el dinero, pero como el estado sabe que existe porque es el único capaz de lanzar a la circulación dinero físico, la cuestión es controlar la, digamos, creación de dinero que nace del proceso incontrolado de la especulación de cualquier tipo, y que el estado ha de validar, gratis y sin ningún control.
LLegados a este punto, es conveniente tener en cuenta algún reparo sobre el estado, porque este, el estado, es un instrumento de la sociedad, no de una clase, sino del conjunto de la sociedad, pero esta es la sociedad recorrida por todos los conceptos, ideas y valores éticos, estéticos e intereses de la clase dominante, de la burguesía, en suma, por lo tanto el estado es el garante de estos valores y conceptos fundamentales que definen a la clase dirigente, por lo cual, no socavará su propio poder, en tanto que clase, más que si como instrumento social, la parte subyugada, hace sentir su discrepancia y el estado ha de bascular la balanza del lado de la ciudadanía, y esto no se hará nunca, en primera instancia, legislando, sino que se legislará cuando la indignación popular alcance un punto que suponga, o pueda suponer, la ruptura, en cuyo caso y para evitar mayores descalabros, el estado aceptará, controlar el funcionamiento del mundo financiero.
EUTANASIA PARA EL MDPM
La extrema especialización del modo de producción de mercancías, que la burguesía propicia invalida a este como instrumento social, dado que la mercancía producida, dinero, solo puede ser utilizada como valor de uso por una exigua minoría, mientras la enorme mayoría social, creadora de riqueza, soporte financiero del estado y fuente de legitimidad, tiene que sobrevivir con sueldos muy bajos, para propiciar el endeudamiento y la proliferación de créditos, en la época de vacas gordas, mientras en tiempos como los actuales, las generaciones jóvenes, las mejores preparadas de todos los tiempos, son condenadas al paro y a la desesperación, y queda demostrado, que el capitalismo ha cumplido su ciclo vital, en un periodo histórico en el que ha desarrollado las fuerzas productivas, internacionalizandolas, pero al especializarse, ha cegado su fuente de legitimidad, dejándolo sin justificación para seguir existiendo, por lo tanto, acabemos con el sistema, acabemos con la patria de las finanzas, tengamos claro que acabar con la patria de los banqueros no es atacar Alemania o Estados Unidos, o cualquier otro país, acabar con la patria de los banqueros es acabar con los paraísos fiscales, y esto significa exigir que los bancos rindan cuenta del dinero oculto, porque como medio de circulación, la sociedad, a través del estado necesita y quiere conocer el volumen y necesita y ha de regular el flujo, de forma análoga al ordenar y controlar el tráfico rodado, para que este no entorpezca el movimiento.
La extrema especialización de la burguesía, manejando el modo de producción, exige del resto de la sociedad, proclamar el estado de alerta militante, y eso quiere decir, conociendo la dificultad de reconvertir el sistema, introducir medidas políticas profundas, Los votantes son conscientes de que las propuestas de Nicolas Sarkozy y François Hollande no está destinado a cambiar las cosas en profundidad, y que el poder político tiene cada vez menos influencia en el desarrollo social y económico. Básicamente, esta elección no es de esperanza. Este párrafo copiado literalmente de Libération expresa muy agudamente el desencanto, no solo francés, sino que es una constante en todas las elecciones, en las sociedades democráticas, de las que se desenganchan muchos votantes porque no ven voluntad, ni en las organizaciones ni en los políticos, de querer cambiar el curso ni el discurso, porque no quieren ver que la especialización del modo de producción produciendo dinero mediante la especulación, cuatro billones de dólares diarios para la especulación, frente, a penas 82 millones diarios para cubrir las necesidades cotidianas de la población, es la demostración más escandalosa, ante la que los intelectuales y marxista de salon no tienen el valor de denunciar, acabemos con el sistema, Delenda est Carthago, que dijo Catón dejando caer los higos escondidos en los pliegues de su túnica, para prevenir a los romanos de la proximidad del enemigo.
Este acabar con el capitalismo no supone hacer tabla rasa sino regular, vigilar y controlar el modo de producción poniéndolo al servicio de la sociedad, al servicio de las personas y eso pasa por conscienciar a las masas de ciudadanos, movilizandolas para erradicar los paraísos fiscales, verdadera patria de los banqueros, exigiendo el retorno del dinero oculto, exigiendo la condonación de las deudas soberanas, instrumento de empobrecimiento de la ciudadanía, supone luchar por exigir una moneda mundial, esto es lo que significa, hoy, en nuestros días, acabar con el capitalismo, y esto es lo que significa hoy, reconocer que el sistema está agotado, todo lo demás son zarandajas para no enfrentarse a la realidad de cambiar el sistema caduco, la extrema especialización del sistema es la razón fundamental para luchar por cambiarlo.
jmrmesas
03 de abril de 2012