viernes, 14 de abril de 2017

...DE, DECEPCIÓN EN DECEPCIÓN ¿HASTA LA VICTORIA FINAL?...











...pero no habrá victoria, jamás, sin una revisión profunda del proceso histórico; sin entender la complicidad de GOBERNANTES, ESTADOS, PARTIDOS, RELIGIONES, manteniendo el capitalismo de especulación, creador de dinero, dada vez, más desvalorizado, manteniendo el complejo militar industrial de la burguesía dominante, su certeza, de ellos, de poder disponer de la propiedad del planeta, a su capricho, de poder expropiar a los más, porque la sociedad, está cada vez más empobrecida, más desinformada por un exceso de información creadora de ruido.

La necesidad, por tanto, de la clase obrera, la sociedad, la ciudadanía, de cuestionar abiertamente la propiedad privada de los medios de producción y de la tierra, es vital e ineludible porque si algo ha dejado claro el progreso es que los Estados nacionales, como los Estados EUROPEOS, están obsoletos y son fuente de división, manejados por los expropiadores para seguir dominando a los expropiados y la mejor demostración es la creación de una nación artificial – Estados Unidos – creada por los europeos a 4000 kilómetros de Europa, y mientras la izquierda no tenga el valor de reconocer su fracaso nacionalista, anclada al nacionalismo burgués por una cobardía solo parangonable a su ignorancia dictada por su aversión a la reflexión y a la ciencia, esta revisión de la historia no será posible, pues cualquier logro adquirido, sin que la clase, la sociedad este convencida de su poder y de su fuerza, única manera de estar apercibido de la justicia de lo conquistado, de revertir la expropiación, este será anulado, desvirtuado por el capitalismo, así pues, esta revisión de la historia, favorable a la humanidad, históricamente apaleada, explotada, expropiada e ignorada, no tendrá lugar, porque la historia la escriben los vencedores, los propietarios, los banqueros y sus políticos, porque la revisión de la historia implica la revolución, o la guerra, a la que no renuncian los expropiadores, para seguir expropiando, robando y matando pues en medio, no hay nada.



jmrmesas



catorce de abril de dos mil diecisiete








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