...pero
no habrá victoria, jamás, sin una revisión profunda del proceso
histórico; sin entender
la complicidad de GOBERNANTES, ESTADOS, PARTIDOS, RELIGIONES,
manteniendo el capitalismo de especulación, creador de dinero, dada
vez, más desvalorizado, manteniendo el complejo militar industrial
de la burguesía dominante, su certeza,
de ellos, de poder
disponer de la propiedad del planeta, a su capricho,
de poder
expropiar a los más, porque la
sociedad, está cada vez más empobrecida, más desinformada por un
exceso de información creadora de ruido.
La necesidad, por tanto, de la clase obrera, la
sociedad, la ciudadanía, de cuestionar abiertamente la
propiedad privada de los medios de producción y de la tierra,
es vital e ineludible porque si algo ha dejado claro el progreso
es que los Estados nacionales, como los Estados EUROPEOS, están obsoletos y son fuente de división, manejados por los
expropiadores para seguir dominando a los expropiados y la mejor
demostración es la creación de una nación artificial – Estados
Unidos – creada por los europeos a 4000 kilómetros de Europa, y
mientras la izquierda no tenga el valor de reconocer su fracaso
nacionalista, anclada al nacionalismo burgués por una cobardía solo
parangonable a su ignorancia dictada por su aversión a la reflexión
y a la ciencia, esta revisión de la historia no será posible, pues
cualquier logro adquirido, sin que la clase, la sociedad este
convencida de su poder y de su fuerza, única
manera de estar apercibido de la justicia de lo conquistado,
de revertir la expropiación,
este será anulado, desvirtuado por el capitalismo, así pues, esta
revisión de la historia, favorable a la humanidad, históricamente apaleada, explotada, expropiada e ignorada, no tendrá lugar, porque
la historia la escriben los vencedores, los propietarios, los
banqueros y sus políticos, porque la revisión de la historia
implica la revolución, o la guerra, a la que no renuncian los
expropiadores, para seguir expropiando, robando y matando pues en
medio, no hay nada.
jmrmesas
catorce
de abril de dos mil diecisiete
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