ESCATOLOGÍA
¿Cuanto
puede durar esto. Otros ciento treinta y séis años?
Jocosamente
comenzaré con la apresurada ocurrencia mitinera que soltó Alfonso
Guerra en uno de los últimos mítines del PSOE en la pasada campaña
electoral, pero me parece claro y diáfano que otros 136 años no solo
no aguanta el régimen en España, sino que el capitalismo
global sustentado por el modo de producción de mercancías se
deshace delante de nuestras narices sin que nadie quiera notar las
señales que el funcionamiento social nos envía continuamente, y una
de las señales más potentes ha sido el BREXIT. Este referéndum,
ejemplo de populismo del partido conservador para que Cameron gobernara al precio de una dimisión que evidencia su carencia de
habilidad como estadista, inútil por demás, ha conseguido algo
temido por los mercados, el fraccionamiento del mismo, dentro
de sus dominios (no es lo mismo presionar a Rusia, que crear
problemas artificiales), con el consabido incordio de tener que
establecer fronteras económicas – aranceles, aduanas – que serán
meramente formales entorpeciendo a la gente corriente, al pequeño
industrial exportador, porque para el gran capital, el capital
financiero y sus industrias de control, exportación de armas de
destrucción masivas y la especulación financiera, todavía sacarán
mayor provecho. Ha demostrado, además, de ahí su fracaso como
estadista, que el pueblo británico, una vez seducido por las
falacias del UKIP, ha comprendido la inutilidad del referéndum,
abriendo una brecha nacional y disparando los temores de la pequeña
burguesía europea que se apresura a barajar la salida de la Unión
Europea porque, evidentemente, esta se diseñó como una solución
para los mercados, no como un modelo de integración humana.
Estamos
ante las postrimerías del capitalismo, tal como lo hemos conocido
hasta aquí, confinado en las fronteras estatales de las naciones que
se han ido formando en el largo proceso histórico, del que el
capitalismo, el modo de producción de mercancías ocupa cinco
siglos, y que ahora, los avatares del transcurrir humano, animada la
sociedad por las nuevas herramientas que la ciencia pone en
funcionamiento, esta, la sociedad explora e investiga modos y
caminos, solo esbozados, porque para que estos se muestren sin temor
hay que romper ataduras, supersticiones, veladuras ancladas en el
pasado y que impiden una exploración incondicional; es el choque
entre la estructura económica que se ha venido renovando cada
treinta años desde, aproximadamente, la Comuna de París, en 1870
hasta nuestros días, y una superestructura jurídica y política,
cada vez más obsoleta, depreciada y despreciada por la sociedad,
pero que las fuerzas conservadoras manejan para dar un marchamo de
respetabilidad, ante lo que es entendido por todos como un
despropósito indecente. Por ahora pongamos el ejemplo, puesto en
candelero, por la actualidad internacional: el informe Chilcot. Ese
informe revela que no se hizo todo lo necesario para evitar la guerra
en Iraq. El resultado es Oriente Medio martirizado porque las
empresas estadounidenses, fracasado el intento de destruir Irán,
utilizando a Sadam Husein como peón, querían meter baza allí, y el
fracaso disparó los aconntecimientos en el Creciente fértil. Esa
zona del planeta ha estado imbricada en la cultura europea desde el
comienzo de la civilización y nada de lo que pueda ocurrir ahí es
inocente ni desgajado de la estabilidad de Europa; resultado ha sido
la destrucción de Iraq, Líbano, Siria; la desestabilización de
Egipto, Túnez y Libia. El juego de poder que la búsqueda de aliados
fiables ha terminado afectando a Arabia Saudí y Turquía, porque el
agente de Estados Unidos en la zona, Israél, tiene sus propios
proyectos, es decir, ha quedado claro que esa guerra era, es, una
guerra de conquista. Una guerra querida por el complejo militar
industrial que ha venido planificando el futuro del capitalismo,
conducido por Estados Unidos, desde el momento que este tuvo claro
que la desaparición del peligro comunista quedaba
anulado por la desaparición de la URSS, victima de sus
contradicciones internas y de la traición de la burocracia a la
revolución mundial.
El
capitalismo se desmorona porque en ese delirio del complejo militar
industrial por dirigir el mundo, la burguesía estadounidense está
acompañada de la burguesía europea, que es lo que revela el informe
Chilcot, cuando Tony Blair, el primo
europeo de Estados Unidos, además, socialdemócrata,
para mayor escarnio, decide asumir el riesgo evidente de apoyar a los
estadounidenses que otros socios europeos – Francia, Alemania –
veían problemático. Que la aventura tuviera más recorrido
la proporcionó la ambición del irrelevante Aznar, tratado como un
menor, en la famosa foto, agarrado por el hombro por el prepotente
Bush. El acuerdo, cocinado entre Aznar y Blair para justificar la
destrucción de Iraq los define como criminales de guerra.
Los
acontecimientos se han disparado desde entonces demostrando como toda
la burguesía europea se ha engolfado en el desarrollo del asalto a
Oriente Medio transigiendo en la campaña del terrorismo
antiterrorista de Estados Unidos, que dio lugar con la demolición de
las torres gemelas del WTC a extender por todo el mundo las prácticas
terroristas para controlar el mundo porque el solo desarrollo
económico, industrial, financiero, sujeto a las leyes y prácticas
transparentes eran insuficientes para dominar y tenían que
implementarse de otra manera;
el posterior surgimiento del ISIS-Daesh, de la mano de un senador por
Arizona, no hace más que señalar una práctica histórica de
Estados Unidos de crear las condiciones propicias
para poder intervenir allí donde considera que se defiende mejor la
ganancia para el complejo militar industrial. Desde esa perspectiva
los desmanes y atrocidades de ISIS-Daesh, en ningún caso
identificable con el Islam, revelan el desmoronamiento y abyección
del sistema capitalista, no por la brutalidad e inhumanidad de una
crueldad cotidiana, sino por el SILENCIO CÓMPLICE DE LA BURGUESÍA, DE
TODA LA BURGUESÍA, QUE IGNORA LOS ACUERDOS DE GINEBRA Y EL DERECHO DE
GENTES. Eso es uno de los indicadores que demuestran el final de una
era. Esas practicas vienen a demostrar las postrimerías, el
llanto y crujir de dientes, la
escatología del sistema de capitalista, basado en el modo de
producción de mercancías que no para de enviar señales de
movimientos profundos.
GATILLAZO
ELECTORAL O PUCHERAZO TECNOLÓGICO
Dada
la afición de los dirigentes de Unidos podemos a identificar la
política con la sexualidad, aunque, quienes hacen las declaraciones
son los dirigentes de Podemos, las elecciones sexis del 26j
resultaron un gatillazo, pero me resisto a utilizar este término y
prefiero emplear otro término más clásico, como el de pucherazo,
en este caso, pucherazo tecnológico, porque las ciencia avanzan que
es una barbaridad y no es necesario romper las urnas para modificar
el contenido, por eso creo más acertado definir el resultado del
26j como pucherazo tecnológico, ya que el desembarco en Europa de la
agencia californiana TMG resulto beneficiosa para el partido de la
corrupción. Hablamos del Partido Popular. La agencia, no es la
agencia, es otra agencia ¿O es la Agencia con otro nombre?,
en fin, volviendo a la agencia. TMG es la agencia electoral que
organizó las elecciones para Barac Obama, y tambien a Cameron, Renzi
y Macri (en Austria, el celo exquisito – como debe ser – ha
encontrado fallos en el recuento del vencedor y se repetirán las
elecciones), habrá que estar atento porque, de paso, la agencia, que
no la agencia, puede aprovechar y ofrecer sus servicios, pero
como digo, la agencia cruzando una masa considerable de datos de
votantes del Partido Popular y Ciudadanos; inciso. Debemos suponer,
Jesús y yo, que todo ello es legal; que se respetarían los plazos
y que el tiempo de reflexión fue escrupulosamente respetado por la
agencia, así que, dando estas consideraciones por hechas, zas, en un
pis pas, se deshizo el entuerto y el partido de la corrupción y los
corruptos araño unos puntos que le dieron una ventaja inesperada –
la agencia no hace milagros – pero si desbloqueó un peligroso
impass.
De
todas manera la pregunta del millón y medio de votantes, ¿qué ha
pasado con ellos? La respuesta del miedo no me cuadra, como no me
cuadra la posibilidad de evitar una terceras elecciones cuando los
expertos coinciden en que, de formarse gobierno, un gobierno de minoría, sería una legislatura corta, teniendo que volver a votar en
un breve espacio de tiempo. Es decir, no se habría conseguido nada a
no ser, marear a los votantes, desorientándolos porque la izquierda
amalgamada no tiene valor para llamar a las cosas por su nombre, de
modo que todo el mundo lo entienda, por eso Pablo Iglesias confiesa
que acojona dejar de ser partisano para convertirse en ejército
regular, porque a estas alturas ha visto que el juego de tronos es
real.
EL
PARTIDO
El
partido es, que duda cabe, para los viejos luchadores, el partido, el
PCE, aquel de cuyo nombre no quiero acordarme, como Don
Quijote; del que nadie quiere saber nada pero, para los pipiolos que
creen estar de vuelta, se enteren, el partido, que no tiene política,
porque una política de clase no se improvisa sino que es la
continuación de la lucha por la dignidad que da luchar contra la
explotación, significa recoger y levantar las banderas caídas enarbolándolas para volver a dirigir una lucha, que nunca ha
cesado, pero que está carente de dirección y principios,
por eso, me permitiré aclarar, a titulo personal, algunas
consideraciones.
El
PCE tiene sedes y locales en casi todas las ciudades y eso significa
una extensa red de militantes y simpatizantes, muchos jóvenes; de
colaboradores que hacen posible una presencia, si se quiere,
testimonial, y esos supuestos votantes no se han retraído por miedo,
¿miedo a qué?, esos supuestos votantes no están dispuestos a pasar
sin el reconocimiento debido a la lucha que los comunistas han
llevado en todos el mundo; la contribución que el comunismos ha
aportado a la lucha social y a la paz, y especialmente, en España
durante la larguísima etapa del 39 al 81, y no pueden venir unos
recien venidos queriendo hacer tabla rasa, siendo incapaces de
reconocer esa lucha, públicamente, arrostrando incluso que elementos
corruptos del pp les llamen antisistemas y tengan que agachar la
cabeza o salir por peteneras, diciendo que patriota son ellos y no
los que se llevan el dinero a Panamá. Los comunistas son
internacionalistas, solidarios, antirazistas, y no están dispuestos
a tolerar que gente que ha trabajado con ellos y para ellos, que se
han prestigiado en esa tarea y han podido hacer las américas,
ahora, cuando había una opción de luchar pongan a un militante,
como no puede ser de otra manera, humilde y abnegado en un puesto,
que según la lógica de alianzas, tendría que haber sido el 2,
demostrando lealtad en el pacto.
Tiene
razón el señor Iglesia de sentir acojono porque esto no es un juego
de tronos, esto es la lucha de clases, y tienes cojones que la
representación de la ciudadanía, fuente de poder y legitimidad, por
no llamar a las cosas por su nombre tenga que ir a pedir el placet a
un rey cuyo padre tuvo dimitir, cuya hija ha sido juzgada, cuyos
parientes están cogidos por la justicia por tener los dineros en
paraísos fiscales, uno reyes que se solidarizan con un empresario
corrupto cogido. La soberanía del pueblo, expresada en las urnas,
por segunda vez, ante la cobardía de unos politicos trincones,
tienen que, cumpliendo el ritual pedir el placet para formar gobierno
ante un rey, con una extensa parentela que ha hecho lo mismo que lo
que se pretende corregir. ¿Cómo se va a acabar con la corrupción?
Por no llamar a las cosas por su nombre, Europa está en trance de
deshacerse, Oriente Medio inmerso en una guerra, en la que el
complejo militar industrial ha prescindido de la sutileza de un
Lawrence de Arabia, y ha llevado a sus propios asesores para
que se mate sin piedad mandándonos un mensaje desalentador, mientras
las mafias nos llenan de refugiados. El buenismo de Refugees Welcome
tiene que cambiarse radicalmente por una lucha sin tregua por PARAR
LA GUERRA DE RAPIÑA, esa es la consigna que debe de seguir a la que
se grito en 2003 NO A LA GUERRA.
Todo
esto es el resultado del desmoronamiento del sistema. Son las señales
que nos manda el sistema, y las fuerzas vivas del sistema, las
fuerzas muertas de la historia, están felices y contentas porque,
entre tanto, en España, una pieza importante en el tablero político,
Rajoy tiene un respiro, mientras los teóricos del imperialismo no
respetan la voluntad popular en Brasil, quitando a la representación
legal, la señora Rousseff; como se dan maña en encontrar resquicios
para cargarse las soberanías populares que no sintonizan, por ejemplo
Austria. ¿Que hay que temer? Hay que ir a unas terceras elecciones y
hay que hacerlo movilizando a los trabajadores, diciéndoles a los
dirigentes sindicales, que, vendidos a los mercados, no son
necesarios y que el cambio que queremos pacíficos no lo haremos,
lamentablemente, de una manera franciscana, porque como dijo San
Agustín, obispo de Hipona, ¿qué son los reinos sino una gran banda
de ladrones?
jmrmesas
diez
de julio de dos mil dieciséis
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