Un presidente de un país, pongamos, España, (ya sé, amable lector, que un presidente, pongamos, Zapatero, es presidente del consejo de ministros de su majestad, es decir, primer ministro, no es el jefe del estado; pongamos), que tiene capacidad legal, previo consentimiento del parlamento para mandar tropas allende las fronteras, pongamos, Afganistán, donde esas tropas en misión “humanitaria” pueden morir y matar, y sin embargo, ¡manda huevos!, que dijo un jurista, ese presidente-primer ministro, que no le tiembla el pulso para tomar tan atrevida decisión, pierde el sentido y tiembla como un poseído, cuando oye que la deuda soberana se ha encarecido, porque, ¡manda huevos!, la agencia de calificación de riesgo - aquí podemos poner Standard and Poor’s, o cualquier otra- nos ha calificado mal, y eso significa un chorro indeterminado de millones de euros que se fugan de nuestros bolsillos y encarece la luz, el agua, la hipoteca, el estado de bienestar, pongamos, sanidad, -ahora, el abuelete, habrá de pagar una parte de las medicinas- ... ... hacia esa SINGULARIDAD que son los paraísos fiscales, verdaderos santuarios del terrorismo financiero, pero ¿qué son esas agencias de calificación? Ah, amigo; para un economista que, pongamos, trabaja para una entidad ¿solvente?, pongamos, ... ... ...el banco de Santander, -podríamos poner, Barclay bank, o, Credit Lionel...- las agencias de calificación de riesgo son importantes empresas ¡privadas!, sin ningún tipo de control, ¡oficial!, es decir, un grupete de amiguetes, ¡muy listos!, que han decidido vivir sin dar palo al agua, con importantes programas econométricos, que no supieron, o no pudieron, o no quisieron anticipar la famosa quiebra del Lehman Brothers, pero que sin embargo, son capaces de saber si seremos capaces de pagar nuestros débitos, eso sí después de habernos sacado hasta el último céntimo de las arcas públicas, para que el sistema siga funcionando, ¡muy mal!, para nosotros, ¡excelentemente bien!, para ellos.
Hagámonos la siguiente reflexión ¿Son necesarias para la economía productiva las agencias de calificación de riesgos, que como queda dicho, no previnieron contra la famosa quiebra del Lehman Brothers? Que a mayor abundamiento, las entidades quebradas tenían una buena calificación de parte de esas agencias. ¿Connivencia? Sigo, los CDS, - Credit Default Swap- cuando tuvieron que satisfacer a sus clientes, igualmente ellos carecían de los medios necesarios para cumplir. Aún más, ¿Es necesaria la bolsa, o es la coartada perfecta para la intervención del terrorismo político-financiero de los especuladores? Lo cierto es que hay un complejo tinglado económico cuya única utilidad social es alimentar a una legión de inteligentes parásitos sin otra finalidad que vaciarnos los bolsillos, jugando al monopole con todo el planeta.
En un esfuerzo teórico, por dar coherencia a mi discurso, escasamente compartido, sin que esto quiera decir, equivocado, y si así fuera, estoy dispuesto a enmendar mis errores, si alguien me los hace ver, me planteo, que en la medida en la que el sistema ha perdido utilidad social, y ya no sirve más que para que una muy reducida élite, viva a costa de toda la sociedad, sin aportar beneficio, pues este, sería inconmensurable, si se rompieran los viejos moldes sociales, pero que sin embargo, esta élite, poderosísima, tiene medios para configurar una determinada manera de presentar la realidad, esta élite, repito, es capaz de emprender las mayores atrocidades, y estar dispuesta a las mayores aventuras para que su sistema se mantenga a costa de cualquier cosa, conscientes de que pueden estar viviendo las postrimerías de una etapa de la humanidad, el fin del capitalismo, se animan a intentar demorar el final, al precio que sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario